Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Evangelio del 24 de abril de 2025: Jueves de la octava de Pascua

📖✨ Evangelio de Hoy 🙏🌟

 

Evangelio de Hoy

 
La Palabra de Dios que ilumina nuestro caminar
Cada día, el Evangelio nos ofrece una oportunidad para encontrarnos con Jesús y renovar nuestra fe. Hoy, la Palabra de Dios nos invita a detenernos, a silenciar el ruido del mundo y abrir nuestro corazón para escuchar la voz del Buen Pastor.
 
 

Un mensaje personal

 
Cuando leemos el Evangelio con atención y oración, descubrimos que no es un texto lejano, sino una carta de amor dirigida a nosotros. Jesús quiere consolar al cansado, animar al que duda, y llamar de nuevo al que se ha alejado. En cada palabra suya encontramos sentido, verdad y dirección.
 
Hoy, tal vez el Señor te está llamando a perdonar, a confiar más en Él, o a dar un paso de fe que has estado postergando. Sea cual sea el mensaje que resuene en tu corazón, escúchalo con humildad y actúa con decisión.
 
Vivir el Evangelio en lo cotidiano
 
La lectura del Evangelio no termina cuando cerramos la Biblia o la app. Al contrario, comienza allí el verdadero desafío: vivir lo que hemos escuchado. Cada día es una oportunidad para encarnar el amor de Cristo en nuestros gestos, palabras y decisiones.
 
Compartir una sonrisa, escuchar con paciencia, ayudar al necesitado o simplemente orar por alguien, son maneras concretas de hacer que el Evangelio se haga carne en el mundo de hoy.
 

Una invitación diaria

 
Que el Evangelio de hoy no pase desapercibido. Que podamos recibirlo como el regalo que es: una luz en medio de la oscuridad, una brújula en medio de la confusión, y sobre todo, una presencia viva que camina con nosotros.
Hoy, el Señor te habla. ¿Estás dispuesto a escuchar y seguirlo?

Hoy es un día perfecto para dejarse iluminar por Su Palabra. ¡Que el Evangelio de hoy sea una bendición para ti y para todos aquellos que lo escuchan con un corazón abierto! ✝️✨📖

 

Calendario Litúrgico

Hoy: Jueves de la octava de Pascua

Lecturas y Evangelio de hoy

Primera lectura : Hechos 3, 11-26
Salmo Responsorial: Salmo 8, 2a y 5. 6-7. 8-9
Secuencia -- opcional: Victimae paschali laudes
Aclamación antes del Evangelio: Salmo 117, 24
Evangelio: Lucas 24, 35-48

Color litúrgico: Blanco

Evangelio del 24 de abril de 2025: Jueves de la octava de Pascua

Primera lectura

Hechos 3, 11-26

Como el paralítico curado por Pedro y Juan no se les despegaba, todo el pueblo, asombrado, corrió hacia ellos al pórtico de Salomón. Al ver a la muchedumbre, Pedro les dirigió la palabra:

"Israelitas: ¿Por qué les causa admiración esto y por qué nos miran de ese modo, como si por nuestro poder o nuestra virtud hubiéramos hecho andar a este hombre? El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien ustedes entregaron a Pilato, y a quien rechazaron en su presencia, cuando él ya había decidido ponerlo en libertad.

Rechazaron al santo, al justo, y pidieron el indulto de un asesino; han dado muerte al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos y de ello nosotros somos testigos. El nombre de Jesús y la fe en él es lo que ha robustecido los miembros de este hombre al que están viendo y todos conocen. Esta fe es la que le ha restituido completamente la salud, como pueden observar.

Ahora bien, hermanos, yo sé que ustedes han obrado por ignorancia, de la misma manera que sus jefes; pero Dios cumplió así lo que había predicho por boca de los profetas: que su Mesías tenía que padecer.

Por lo tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que se les perdonen sus pecados y el Señor les mande el tiempo de la consolación y les envíe de nuevo a Jesús, el Mesías que les estaba destinado; aunque él tiene que quedarse en el cielo hasta la restauración universal, de la que habló Dios por boca de su profeta desde muy antiguo.

En efecto, Moisés dijo: El Señor Dios hará surgir de entre sus hermanos un profeta como yo. Escuchen todo cuanto les diga; quien no escuche al profeta, será expulsado del pueblo. Todos los profetas, a partir de Samuel, anunciaron igualmente estos días.

Ustedes son herederos de los profetas y beneficiarios de la alianza que Dios hizo con sus padres, cuando le dijo a Abraham: Tu descendencia será fuente de bendición para toda la humanidad. Para ustedes, en primer lugar, ha resucitado Dios a su siervo y lo ha enviado para bendecirlos y ayudarlos a que cada uno se aparte de sus iniquidades''.

Salmo Responsorial

Salmo 8, 2a y 5. 6-7. 8-9

R. (2ab) ¡Qué admirable, Señor, es tu poder! Aleluya.
¡Qué admirable es, Señor y Dios nuestro,
tu poder en toda la tierra!
¿Qué es el hombre, para que de él te acuerdes,
ese pobre ser humano, para que de él te preocupes?
R. ¡Qué admirable, Señor, es tu poder! Aleluya.
Sin embargo, lo hiciste un poquito inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
y todo lo sometiste bajo sus pies.
R. ¡Qué admirable, Señor, es tu poder! Aleluya.
Pusiste a su servicio los rebaños y las manadas,
todos los animales salvajes,
las aves del cielo y los peces del mar,
que recorren los caminos de las aguas.
R. ¡Qué admirable, Señor, es tu poder! Aleluya.

Secuencia -- opcional

Victimae paschali laudes

Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado,
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la vida,
triunfante se levanta.

“¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?’’
“A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,

los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!

Vengan a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí verán los suyos
la gloria de la Pascua’’.

Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.

Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
 

Aclamación antes del Evangelio

Salmo 117, 24

R. Aleluya, aleluya.
Éste es el día del triunfo del Señor,
día de júbilo y de gozo.
R. Aleluya.

Evangelio

Lucas 24, 35-48

Cuando los dos discípulos regresaron de Emaús y llegaron al sitio donde estaban reunidos los apóstoles, les contaron lo que les había pasado en el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.

Mientras hablaban de esas cosas, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Ellos, desconcertados y llenos de temor, creían ver un fantasma. Pero él les dijo: "No teman; soy yo. ¿Por qué se espantan? ¿Por qué surgen dudas en su interior? Miren mis manos y mis pies. Soy yo en persona. Tóquenme y convénzanse: un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como ven que tengo yo". Y les mostró las manos y los pies. Pero como ellos no acababan de creer de pura alegría y seguían atónitos, les dijo: "¿Tienen aquí algo de comer?" Le ofrecieron un trozo de pescado asado; él lo tomó y se puso a comer delante de ellos.

Después les dijo: "Lo que ha sucedido es aquello de que les hablaba yo, cuando aún estaba con ustedes: que tenía que cumplirse todo lo que estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos".

Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras y les dijo: "Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto".

Reflexión

  • ¡Oh exuberante amor para con los hombres! Cristo fue el que recibió los clavos en sus inmaculadas manos y pies, sufriendo grandes dolores, y a mí, sin experimentar ningún dolor ni ninguna angustia, se me dio la salvación por la comunión con sus dolores (San Cirilo de Jerusalén)

  • El contenido del testimonio cristiano no es una teoría, sino que es un mensaje de salvación, un acontecimiento concreto, es más, una Persona: es Cristo resucitado, viviente y único Salvador de todos (Francisco)

  • La muerte redentora de Jesús cumple, en particular, la profecía del Siervo doliente. Jesús mismo presentó el sentido de su vida y de su muerte a la luz del Siervo doliente. Después de su Resurrección dio esta interpretación de las Escrituras a los discípulos de Emaús, luego a los propios apóstoles (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 601)

  • Ver más Reflexión del Evangelio de Hoy

    Santo del día

    Las dos están entre las mujeres que en la mañana de Pascua van al sepulcro de Jesús. María, esposa de Cleofás, madre de Santiago el Menor; Salomé es identificada como esposa de Zebedeo, madre de Santiago y Juan.  
    Sueca, de familia luterana, María Isabel trabajó toda su vida por la reunificación de las Iglesias, sobre todo después de su conversión al catolicismo, y en la refundación de la Orden de las Hermanas de Santa Brígida que consigue reestablecer en Suecia. Murió en 1957; fue canonizada en 2016.  
    s. Fidel de Sigmaringen, sacerdote  mártir
    Fundador, abogado, filósofo cristiano, fraile y el primer mártir entre los capuchinos. Esta es la vida de San Fidel de Sigmaringen que partió de Alemania para evangelizar la Suiza calvinista hallando la muerte en 1622. Benedicto XIV lo canonizó.   Leia tudo...

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    Versículo del Día

    "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)
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