Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Evangelio de Mañana

Evangelio de Mañana – Lectura, Buena Nueva y Reflexión de Mañana

 

El Evangelio de Mañana es una oportunidad de preparación espiritual. Anticipar la Palabra de Dios que se proclamará en la Misa diaria nos permite acercarnos con mayor recogimiento y disposición a la celebración eucarística. Es un modo de abrir el corazón para que el mensaje de Jesús no pase desapercibido, sino que penetre en lo más profundo de nuestra vida. Prepararse con anticipación al Evangelio fortalece nuestra fe y nos ayuda a vivir con mayor conciencia el camino cristiano día tras día.

 

Jesús habla a nuestro corazón

 

Cada Evangelio es una página viva del amor de Jesús. A través de sus palabras, parábolas y acciones, Él nos sigue hablando hoy con la misma fuerza y ternura. El Evangelio de mañana nos invita a escuchar desde ahora lo que el Señor quiere enseñarnos: puede ser un llamado al perdón, a la humildad, a la fe, o a la confianza en su providencia.

 

La Misa diaria y su riqueza

 

La Misa diaria es un regalo precioso de la Iglesia. En ella, la Palabra y el Sacramento se unen para alimentar nuestra alma. Conocer de antemano el Evangelio del día siguiente nos permite vivir la liturgia con mayor profundidad, atentos a cada signo y a cada palabra.

 

Oración personal y reflexión cristiana

 

Leer el Evangelio de Mañana también nos introduce en un tiempo de oración personal. Podemos meditar en silencio, pedir luz al Espíritu Santo y anotar lo que el texto nos sugiere. Esta reflexión cristiana fortalece nuestra relación con Dios y nos hace más sensibles a su presencia diaria.

 

Liturgia y vida cotidiana

 

La Liturgia no es algo separado de nuestra vida, sino que la ilumina. Al preparar el Evangelio del día siguiente, nos abrimos a vivir cada jornada como una ocasión de encuentro con el Señor. La Palabra de Dios se convierte así en guía para nuestras decisiones, consuelo en las pruebas y alegría en nuestras esperanzas.

 

Calendario litúrgico de mañana

Mañana: XVIII Domingo Ordinario

Solemnidad

Lecturas y Evangelio de hoy

Primera lectura : Eclesiastés (Cohélet) 1, 2; 2, 21-23
Salmo Responsorial: Salmo 89, 3-4. 5-6. 12-13. 14 y 17
Segunda lectura: Colosenses 3, 1-5. 9-11
Aclamación antes del Evangelio: Mateo 5, 3
Evangelio: Lucas 12, 13-21

Color litúrgico: Verde

domingo, 3 de agosto de 2025: Lectura & Salmo Responsorial & Evangelio & Reflexión

Primera lectura

Eclesiastés (Cohélet) 1, 2; 2, 21-23

Todas las cosas, absolutamente todas, son vana ilusión. Hay quien se agota trabajando y pone en ello todo su talento, su ciencia y su habilidad, y tiene que dejárselo todo a otro que no lo trabajó. Esto es vana ilusión y gran desventura. En efecto, ¿qué provecho saca el hombre de todos sus trabajos y afanes bajo el sol? De día dolores, penas y fatigas; de noche no descansa. ¿No es también eso vana ilusión?

Salmo Responsorial

Salmo 89, 3-4. 5-6. 12-13. 14 y 17

R. (1) Señor, ten compasión de nosotros.
Tú haces volver al polvo a los humanos,
diciendo a los mortales que retornen.
Mil años son para ti como un día,
Que ya pasó; como una breve noche.  
R. Señor, ten compasión de nosotros.
Nuestra vida es tan breve como un sueño;
semejante a la hierba,
que despunta y florece en la mañana,
y por la tarde se marchita y se seca.
R. Señor, ten compasión de nosotros.
Enséñanos a ver lo que es la vida
y seremos sensatos.
¿Hasta cuando, Señor, vas a tener
compasión de tus siervos?  ¿Hasta cuando?
R. Señor, ten compasión de nosotros.
Llénanos de tu amor por la mañana   
y júbilo será la vida toda.
Que el Señor bondadoso nos ayude
y dé prosperidad a nuestras obras.
R. Señor, ten compasión de nosotros.

Segunda lectura

Colosenses 3, 1-5. 9-11

Hermanos: Puesto que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios. Pongan todo el corazón en los bienes del cielo, no en los de la tierra, porque han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, vida de ustedes, entonces también ustedes se manifestarán gloriosos juntamente con él.

Den muerte, pues, a todo lo malo que hay en ustedes: la fornicación, la impureza, las pasiones desordenadas, los malos deseos y la avaricia, que es una forma de idolatría. No sigan engañándose unos a otros; despójense del modo de actuar del viejo yo y revístanse del nuevo yo, el que se va renovando conforme va adquiriendo el conocimiento de Dios, que lo creó a su propia imagen.

En este orden nuevo ya no hay distinción entre judíos y no judíos, israelitas y paganos, bárbaros y extranjeros, esclavos y libres, sino que Cristo es todo en todos.

Aclamación antes del Evangelio

Mateo 5, 3

R. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
R. Aleluya.

Evangelio

Lucas 12, 13-21

En aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo: “Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia”. Pero Jesús le contestó: “Amigo, ¿quién me ha puesto como juez en la distribución de herencias?”

Y dirigiéndose a la multitud, dijo: “Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea”.

Después les propuso esta parábola: “Un hombre rico obtuvo una gran cosecha y se puso a pensar: ‘¿Qué haré, porque no tengo ya en dónde almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena vida’. Pero Dios le dijo: ‘¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?’ Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios”.

 

Reflexión

  • El hombre tiene un hermoso deber y obligación: orar y amar. Si oráis y amáis, habréis hallado la felicidad en este mundo (San Juan Mª Vianney)

  • ¡Tú eres importante! Y Dios cuenta contigo por lo que eres, no por lo que tienes: ante Él, nada vale la ropa que llevas o el teléfono móvil que utilizas; no le importa si vas a la moda, le importas tú, tal como eres. A sus ojos, vales, y lo que vales no tiene precio (Francisco)

  • El décimo mandamiento prohíbe la avaricia y el deseo de una apropiación inmoderada de los bienes terrenos. Prohíbe el deseo desordenado nacido de la pasión inmoderada de las riquezas y de su poder (…) (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.536)

  • Santo del día

    El primer obispo de Vercelli, Eusebio, nombrado en el 345, era originario de Cerdeña. El más grande defensor del Credo de Nicea atrajo la hostilidad de los arrianos, incluso del Emperador Constancio que lo exilió a Capadocia en 355. A su regreso a Vercelli 7 años después, reanudó la evangelización.  
    s. Stefano I, papa
    Papa desde 254, fue muy caritativo con los cristianos que, a causa de la persecución, habían renegado de su fe en Jesús. Se opuso a la costumbre de rebautizar a los creyentes que regresaban a la fe después de las herejías. Según la tradición, murió como mártir en la persecución de Valeriano del 257.  
    San Pedro Julián Eymard, Apóstol de la Eucaristía, es recordado cada año por la Iglesia el 2 de agosto. Fundador de los sacramentinos e inspirador de los Congresos eucarísticos, este santo hizo del amor por Cristo, contemplado en el altar, el centro de su vida.  

    Versículo del Día

    "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)
    📖 Evangelio de hoy
    🙏 Laudes
    📅 Calendario Litúrgico