Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

Santo del 24 de abril

Santo del 24 de abril | Celebrando a Vida dos Santos da Igreja

El día 24 de abril, la Iglesia Católica honra a un santo o beato cuya vida fue ejemplo de amor, entrega y fidelidad a Dios. A través de su testimonio, somos invitados a renovar nuestra fe y a buscar la santidad en lo cotidiano. El Santo del Día no es solo una figura histórica, sino un modelo vivo de cómo seguir a Cristo. Su memoria fortalece nuestra esperanza y nos recuerda que todos estamos llamados a la santidad.

 

Vida del santo y legado espiritual

 

La vida del santo que celebramos hoy refleja el poder transformador del Evangelio. Su camino de fe, marcado por sacrificios y virtudes heroicas, continúa inspirando a la Iglesia. Su legado espiritual nos anima a vivir con mayor entrega y caridad.

 

Milagros y testimonio de fe

 

Muchos santos fueron instrumentos de milagros, signos del amor de Dios. Pero más allá de lo extraordinario, su verdadero testimonio de fe fue su vida diaria de oración, servicio y fidelidad. Ellos son ejemplos concretos de cómo vivir el Evangelio en toda circunstancia.

 

Oración y reflexión cristiana

 

Celebrar al Santo del Día es también una oportunidad para la oración. Podemos pedir su intercesión por nuestras necesidades y crecer en la reflexión cristiana, dejando que su ejemplo nos guíe en nuestro camino hacia Dios.

 

Lista de santos del día 24 de abril

 

Las dos están entre las mujeres que en la mañana de Pascua van al sepulcro de Jesús. María, esposa de Cleofás, madre de Santiago el Menor; Salomé es identificada como esposa de Zebedeo, madre de Santiago y Juan.  
Sueca, de familia luterana, María Isabel trabajó toda su vida por la reunificación de las Iglesias, sobre todo después de su conversión al catolicismo, y en la refundación de la Orden de las Hermanas de Santa Brígida que consigue reestablecer en Suecia. Murió en 1957; fue canonizada en 2016.   Leer todo...
s. Fidel de Sigmaringen, sacerdote  mártir

"Si me matan, aceptaré gustosamente la muerte por amor a Nuestro Señor. Lo consideraré una gran gracia ".

Mark Reyd, el futuro fraile Fidel, nació en 1577 en la familia burgomaestre de su ciudad. Es el más talentoso de los hermanos y por eso su padre lo hace estudiar. En 1604, un noble le confió la instrucción de algunos niños, entre los cuales sus propios hijos, y con estos niños, Mark inventa una especie de escuela itinerante entre Italia, España y Francia. Regresará a su hogar solo seis años después para graduarse en derecho y convertirse en el abogado de todos aquellos que no podían pagar uno.

De abogado para los pobres a fraile.

A los 34 años sorprende a todos y pide ser ordenado sacerdote. Pero quiere más: ingresa con los capuchinos de Friburgo, la orden religiosa que vive más rígidamente el espíritu franciscano original. Aquí cambia el nombre Mark por Fidel y comienza a vivir una vida de ayuno, penitencia y vigilias de oración. Como fraile, ocupó diversos cargos, estudió teología y se convirtió en guardian del convento de Weltkirchen, donde fue admirado por su valentía para atender a los enfermos durante la epidemia de peste. Pero, entre los fieles, el fraile Fidel es mejor reconocido como predicador pues con sus palabras siempre fuertes y ancladas a la Palabra, obtiene numerosas conversiones combatiendo contra las herejías. Sus discursos son simples y directos, entendibles por escritores y campesinos, pero sobre todo acompañados por el ejemplo de una vida orientada a la santidad.

La misión en la Suiza calvinista.

La voz del fraile Fidel es tan cristalina que se le confía una tarea delicada: ir a predicar en Rezia, una región que incluye el actual cantón suizo de los Grisones, el Tirol y parte de Baviera. Aquí, durante algunos años, había echado raíces el calvinismo, una doctrina similar a la Reforma Protestante, encabezada por el teólogo francés Giovanni Calvino. Las luchas entre calvinistas y católicos eran ya algo cotidiano y un fraile que predicaba el regreso a la fe de los padres difícilmente era bien visto. Un día, incluso durante la misa, alguien le dispara, pero no se desanima y continúa su misión. Incluso si él sabe que sus días están contados.

Fiel hasta el final, como su nombre.

El 24 de abril de 1622, el fraile Fidel acepta la invitación de los calvinistas de ir a predicar a Séwis. Él no sabe que es una trampa. Las peleas comienzan, pero él continúa, quiere completar su sermón. Veinte soldados armados lo rodean cuando abandona la iglesia y le ordenan que reniegue lo que acaba de decir, pero él no acepta tal cosa. Golpeado en la cabeza, es todavía traspasado con la espada, y apenas tiene tiempo para perdonar a sus asesinos. Fiel hasta la muerte, como su nombre lo indicaba. Cuando el maestro de novicios se lo impuso, había citado algunas palabras del Apocalipsis, que resultaron ser proféticas: "Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida". Todo parece haber terminado allí, pero no lo fue así, porque como sucede a menudo, la sangre de los mártires fecunda la tierra y, por lo tanto, la muerte del fraile Fidel consigue una rápida reconciliación entre católicos y calvinistas y el regreso de muchos a la fe de los padres.

Calendario Litúrgico

24 de abril: Jueves de la octava de Pascua

Lecturas y Evangelio de hoy

Primera lectura : Hechos 3, 11-26
Salmo Responsorial: Salmo 8, 2a y 5. 6-7. 8-9
Secuencia -- opcional: Victimae paschali laudes
Aclamación antes del Evangelio: Salmo 117, 24
Evangelio: Lucas 24, 35-48

Color litúrgico: Blanco

Reflexión

  • ¡Oh exuberante amor para con los hombres! Cristo fue el que recibió los clavos en sus inmaculadas manos y pies, sufriendo grandes dolores, y a mí, sin experimentar ningún dolor ni ninguna angustia, se me dio la salvación por la comunión con sus dolores (San Cirilo de Jerusalén)

  • El contenido del testimonio cristiano no es una teoría, sino que es un mensaje de salvación, un acontecimiento concreto, es más, una Persona: es Cristo resucitado, viviente y único Salvador de todos (Francisco)

  • La muerte redentora de Jesús cumple, en particular, la profecía del Siervo doliente. Jesús mismo presentó el sentido de su vida y de su muerte a la luz del Siervo doliente. Después de su Resurrección dio esta interpretación de las Escrituras a los discípulos de Emaús, luego a los propios apóstoles (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 601)

    📖 Evangelio de hoy
    🙏 Hora Nona
    📅 Calendario Litúrgico