Lectura del evangelio del 30 de mayo de 2025
Viernes de la VI semana de Pascua
Primera lectura:
Hechos 18, 9-18
Aclamación antes del Evangelio:
Cfr Lucas 24, 46. 26
Evangelio:
Juan 16, 20-23
Color litúrgico: Blanco
viernes, 30 de mayo de 2025: Lectura & Salmo Responsorial & Evangelio & Reflexión
Cada día, la Iglesia nos ofrece un pasaje del Evangelio que ilumina nuestra vida. No se trata solo de escuchar, sino de acoger y vivir esa Palabra con fe. En ella encontramos consuelo en medio de las dificultades, y también un llamado a la conversión.
Hoy te invito a leer el Evangelio con atención, a meditarlo en silencio y a preguntarte: ¿Qué me dice Dios en este texto? ¿Cómo puedo responder con amor?
Primera lectura
Hechos 18, 9-18
En aquellos días, Pablo tuvo una visión nocturna en Corinto, en la que le dijo el Señor: “No tengas miedo. Habla y no calles, porque yo estoy contigo y nadie pondrá la mano sobre ti para perjudicarte. Muchos de esta ciudad pertenecen a mi pueblo”. Por eso Pablo se quedó allí un año y medio, explicándoles la palabra de Dios.
Pero cuando Galión era procónsul de Acaya, los judíos, de común acuerdo, se abalanzaron contra Pablo y lo llevaron hasta el tribunal, donde dijeron: “Este hombre trata de convencer a la gente de que den a Dios un culto contrario a la ley”. Iba Pablo a tomar la palabra para responder, cuando Galión dijo a los judíos: “Si se tratara de un crimen o de un delito grave, yo los escucharía, como es razón; pero si la disputa es acerca de palabras o de nombres o de su ley, arréglense ustedes”. Y los echó del tribunal. Entonces se apoderaron de Sóstenes, jefe de la sinagoga, y lo golpearon delante del tribunal, sin que Galión se preocupara en lo más mínimo.
Pablo se quedó en Corinto todavía algún tiempo. Después se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria, con Priscila y Aquila. En Céncreas se rapó la cabeza para cumplir una promesa que había hecho.
Aclamación antes del Evangelio
Cfr Lucas 24, 46. 26
R. Aleluya, aleluya.
Cristo tenía que morir y resucitar de entre los muertos,
para entrar así en su gloria.
R. Aleluya.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Les aseguro que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se transformará en alegría.
Cuando una mujer va a dar a luz, se angustia, porque le ha llegado la hora; pero una vez que ha dado a luz, ya no se acuerda de su angustia, por la alegría de haber traído un hombre al mundo. Así también ahora ustedes están tristes, pero yo los volveré a ver, se alegrará su corazón y nadie podrá quitarles su alegría. Aquel día no me preguntarán nada’’.
Reflexión
Al nacer el Señor, los ángeles cantan llenos de gozo. ¿Cómo, pues, no habría de alegrarse la pequeñez humana ante esta obra inenarrable de la misericordia divina, cuando incluso los coros sublimes de los ángeles encontraban en ella un gozo tan intenso? (San León Magno)
La alegría humana puede ser borrada por cualquier cosa, por cualquier dificultad. Pero esta alegría que el Señor nos da nos hace gozar en la esperanza de encontrarlo, incluso en los momentos más oscuros (Francisco)
(…) Cristo, que ha asumido todo para rescatar todo, es glorificado por las peticiones que ofrecemos al Padre en su Nombre (cf. Jn 14,13). Con esta seguridad, Santiago y Pablo nos exhortan a orar en toda ocasión (Catecismo de la Iglesia Católica nº 2.633)
Santo del día
Unificó los reinos de Castilla y León y en 1217 subiò al trono real. Se le denominó "el Conquistador de Andalucía" por haber eliminado el dominio sarraceno de Sevilla y Córdoba. Construyó la Catedral de Burgos y amplió la Universidad de Salamanca. Fue canonizado por Clemente X en 1671.
La chica que devolvió el honor a la corona de Francia y murió falsamente acusada de herejía. Es la famosa y dramática parábola de Juana de Arco. La Santa, quemada en la hoguera en 1431, condujo al ejército a la liberación de Orléans por los británicos, impulsada por una imperiosa misión divina.
Santa Dinfna, recordada el 30 de mayo en el "Martirologio Romano", es la patrona de las personas que sufren disturbios mentales y neurológicos y también de las mujeres víctimas de incesto y de violencia. Su devoción se ha extendido en los Centros médicos especializados en curar estas patologías.
Según la Passio de los Santos Nereo y Aquileo, sería hija del Apóstol Pedro. Las fuentes no concuerdan sobre ello, pero sí es cierto que fue sepultada en el cementerio de Domitila. Las noticias sobre su martirio se remontan al siglo IV. Sus restos se encuentran en San Pedro desde el año 757.
Versículo del Día
"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)