Lectura del evangelio del 22 de agosto de 2025
Memoria de Nuestra Señora María Reina
Primera lectura :
Rut 1, 1. 3-8. 14-16. 22
Aclamación antes del Evangelio:
Salmo 24, 4. 5
Evangelio:
Mateo 22, 34-40
Color litúrgico: Blanco
Memoria
viernes, 22 de agosto de 2025: Lectura & Salmo Responsorial & Evangelio & Reflexión
Cada día, la Iglesia nos ofrece un pasaje del Evangelio que ilumina nuestra vida. No se trata solo de escuchar, sino de acoger y vivir esa Palabra con fe. En ella encontramos consuelo en medio de las dificultades, y también un llamado a la conversión.
Hoy te invito a leer el Evangelio con atención, a meditarlo en silencio y a preguntarte: ¿Qué me dice Dios en este texto? ¿Cómo puedo responder con amor?
Primera lectura
Rut 1, 1. 3-8. 14-16. 22
En tiempo de los jueces, hubo hambre en el país de Judá y un hombre de Belén, llamado Elimélek, se fue a residir con Noemí, su esposa, y sus dos hijos a la región de Moab.
Murió Elimélek, y Noemí se quedó sola con sus dos hijos. Estos se casaron con dos mujeres moabitas: una se llamaba Orpá y la otra, Rut. Vivieron ahí unos diez años y murieron también los hijos de Noemí, Malón y Kilión, y ella se quedó sin hijos y sin esposo.
Entonces decidió abandonar los campos de Moab y regresar al país de Judá con sus dos nueras, porque oyó decir que el Señor había favorecido al pueblo y le daba buenas cosechas. Se pusieron, pues, en camino, para volver a la tierra de Judá. Entonces Noemí dijo a sus dos nueras: "Vuélvase cada una a casa de su madre. Que el Señor tenga piedad de ustedes, como ustedes la han tenido con mis hijos y conmigo".
Ellas rompieron a llorar y Orpá besó a su suegra, Noemí, y se volvió a su pueblo; pero Rut se quedó con su suegra. Entonces Noemí le dijo a Rut: "Tu concuña se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú también con ella". Pero Rut respondió: "No insistas en que te abandone y me vaya, porque a donde tú vayas, iré yo; donde tú vivas, viviré yo; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios".
Así fue como Noemí, con su nuera Rut, la moabita, regresó de los campos de Moab y llegó con ella a Belén, al comienzo de la cosecha de la cebada.
Aclamación antes del Evangelio
Salmo 24, 4. 5
R. Aleluya, aleluya.
Descúbrenos, Señor, tus caminos
y guíanos con la verdad de tu doctrina.
R. Aleluya.
Evangelio
Mateo 22, 34-40
En aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?"
Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas".
Reflexión
Tú me preguntas por qué razón y con qué método o medida debe ser amado Dios. Yo contesto: la razón para amar a Dios es Dios; el método y la medida es amarle sin método ni medida (San Bernardo)
Nada debe anteponerse al servicio de Dios. Tal “sometimiento” a Dios no es destructivo de la criatura. La creación está configurada de tal manera que invita a esta adoración. El ritmo de nuestra vida sólo vibra correctamente si está imbuido por esta fuerza (Benedicto XVI)
(...) La adoración del Dios único libera al hombre del repliegue sobre sí mismo, de la esclavitud del pecado y de la idolatría del mundo (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.097)
Santo del día
Confundido con el homónimo y más conocido discípulo de S. Pablo, de Timoteo mártir en Roma en la vía Ostiense se tienen pocas pruebas históricas. Un relato tomado de los “Hechos de Silvestre Papa” lo describe como ferviente anunciador del Evangelio, a quien el prefecto Tarquinio mandó a matar.
Hijo del noble Fausto, Sinforiano fue educado en la fe cristiana. Vivió en la ciudad de Autún, bajo la dominación de la Roma pagana. En una fiesta de Cibeles, en vez de rendir honor a la diosa de la Madre Tierra, prefirió confesar su fe en Cristo y por eso fue encarcelado. Murió como mártir en 257.
Felipe entró con las Siervos de María como laico y durante 5 años hizo los servicios mas humildes. Luego fue consagrado sacerdote y maestro de novicios. En 1267 fue Prior General y gran propagador de la Orden. Escribió su Constitución. Murió en Todi en 1285 y fue canonizado en 1671 por Clemente X.
Versículo del Día
"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)