Lectura del evangelio del 16 de octubre de 2025
Jueves de la XXVIII semana del Tiempo ordinario
Primera lectura :
Romanos 3, 21-30
Aclamación antes del Evangelio:
Juan 14, 6
Evangelio:
Lucas 11, 47-54
Color litúrgico: Verde
jueves, 16 de octubre de 2025: Lectura & Salmo Responsorial & Evangelio & Reflexión
Cada día, la Iglesia nos ofrece un pasaje del Evangelio que ilumina nuestra vida. No se trata solo de escuchar, sino de acoger y vivir esa Palabra con fe. En ella encontramos consuelo en medio de las dificultades, y también un llamado a la conversión.
Hoy te invito a leer el Evangelio con atención, a meditarlo en silencio y a preguntarte: ¿Qué me dice Dios en este texto? ¿Cómo puedo responder con amor?
Primera lectura
Romanos 3, 21-30
Hermanos: La actividad salvadora de Dios, atestiguada por la ley y los profetas, se ha manifestado ahora independientemente de la ley. Por medio de la fe en Jesucristo, la actividad salvadora de Dios llega, sin distinción alguna, a todos los que creen en él.
En efecto, como todos pecaron, todos están privados de la presencia salvadora de Dios; pero todos son justificados gratuitamente por su gracia, en virtud de la redención llevada a cabo por medio de Cristo Jesús, al cual Dios expuso públicamente como la víctima que nos consigue el perdón por la ofrenda de su sangre, por medio de la fe.
Así nos enseña Dios lo que es su actividad salvadora: perdona los pecados cometidos anteriormente, que soportó con tanta paciencia, y nos da a conocer, en el tiempo actual, que él es el justo que salva a todos los que creen en Cristo Jesús.
¿En dónde quedó, pues, tu derecho a gloriarte? Ha sido eliminado. ¿Por cumplir la ley? De ninguna manera, sino por aceptar la fe. Porque sostenemos que el hombre es justificado por la fe y no por hacer lo que prescribe la ley de Moisés. ¿Acaso Dios es Dios sólo de los judíos? ¿No lo es también de los no judíos? Evidentemente que sí, puesto que no hay más que un solo Dios, que justifica por medio de la fe tanto a los judíos como a los no judíos.
Aclamación antes del Evangelio
Juan 14, 6
R. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Nadie va al Padre, si no es por mí, dice el Señor.
R. Aleluya.
Evangelio
Lucas 11, 47-54
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos y doctores de la ley: "¡Ay de ustedes, que les construyen sepulcros a los profetas que los padres de ustedes asesinaron! Con eso dan a entender que están de acuerdo con lo que sus padres hicieron, pues ellos los mataron y ustedes les construyen el sepulcro.
Por eso dijo la sabiduría de Dios: Yo les mandaré profetas y apóstoles, y los matarán y los perseguirán, para que así se le pida cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas que ha sido derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías, que fue asesinado entre el atrio y el altar. Sí, se lo repito: a esta generación se le pedirán cuentas.
¡Ay de ustedes, doctores de la ley, porque han guardado la llave de la puerta del saber! Ustedes no han entrado, y a los que iban a entrar les han cerrado el paso''.
Luego que Jesús salió de allí, los escribas y fariseos comenzaron a acosarlo terriblemente con muchas preguntas y a ponerle trampas para ver si podían acusarlo con alguna de sus propias palabras.
Reflexión
¿Qué pensar de los que se adornan con un nombre y no lo son? Así, muchos se llaman cristianos, pero no son hallados tales en realidad, porque no son lo que dicen, ni en la vida, ni en las costumbres, ni en la esperanza, ni en la caridad (San Agustín)
Es propio de la tentación adoptar una apariencia moral: no nos invita directamente a hacer el mal, eso sería muy burdo. Finge mostrarnos lo mejor (Benedicto XVI)
Toda su vida, Jesús se muestra como nuestro modelo: Él es el “hombre perfecto” que nos invita a ser sus discípulos y a seguirle: con su anonadamiento, nos ha dado un ejemplo que imitar; con su oración atrae a la oración; con su pobreza, llama a aceptar libremente la privación y las persecuciones (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 520)
Santo del día
La verdadera realeza está en servir a los más pobres. Su amor a Dios y a los abandonados distinguió a s. Eduviges, primero como duquesa de Silesia y Polonia y después como religiosa en un monasterio cisterciense. Vivió entre 1100 y 1200. El 16 de octubre se celebra su memoria en toda la Iglesia.
Margarita nació en Borgoña en 1647 y a los 24 años entró con las Visitandinas. Recibió muchas apariciones de María y Jesús, que le pidió adorar su Sagrado Corazón e instituir universalmente su fiesta. Así sucedió gracias a ella. En su biografia se hallan las famosas promesas de Jesús. Murió en 1690.
Gerardo fue un sastre desafortunado en la ciudad de Potenza pues su vocación era totalmente otra. Rechazado por los Capuchinos, fue aceptado por los Redentoristas y en el convento realizó las más humildes tareas. Soportó con ejemplar mansedumbre y paciencia las calumnias de una mujer. Murió en 1755.
Versículo del Día
"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)