Lectura del evangelio del 10 de abril de 2025
Jueves de la V semana de Cuaresma
Primera lectura :
Génesis 17, 3-9
Aclamación antes del Evangelio:
Cfr Salmo 94, 8
Evangelio:
Juan 8, 51-59
Color litúrgico: Morado
jueves, 10 de abril de 2025: Lectura & Salmo Responsorial & Evangelio & Reflexión
Cada día, la Iglesia nos ofrece un pasaje del Evangelio que ilumina nuestra vida. No se trata solo de escuchar, sino de acoger y vivir esa Palabra con fe. En ella encontramos consuelo en medio de las dificultades, y también un llamado a la conversión.
Hoy te invito a leer el Evangelio con atención, a meditarlo en silencio y a preguntarte: ¿Qué me dice Dios en este texto? ¿Cómo puedo responder con amor?
Primera lectura
Génesis 17, 3-9
Cuando Dios se le apareció, Abram se postró con el rostro en el suelo y Dios le dijo:
“Aquí estoy. Ésta es la alianza que hago contigo: Serás padre de una multitud de pueblos. Ya no te llamarás Abram, sino Abraham, porque te he constituido como padre de muchas naciones.
Te haré fecundo sobremanera; de ti surgirán naciones y de ti nacerán reyes. Contigo y con tus descendientes, de generación en generación, establezco una alianza perpetua para ser el Dios tuyo y de tus descendientes. A ti y a tus descendientes les daré en posesión perpetua toda la tierra de Canaán, en la que ahora vives como extranjero; y yo seré el Dios de ustedes’’.
Después le dijo Dios a Abraham: “Cumple, pues, mi alianza, tú y tu posteridad, de generación en generación”.
Aclamación antes del Evangelio
Cfr Salmo 94, 8
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice:
“No endurezcan su corazón”.
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Yo les aseguro: el que es fiel a mis palabras no morirá para siempre”.
Los judíos le dijeron: “Ahora ya no nos cabe duda de que estás endemoniado. Porque Abraham murió y los profetas también murieron, y tú dices: ‘El que es fiel a mis palabras no morirá para siempre’. ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Abraham, el cual murió? Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?”
Contestó Jesús: “Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, aquel de quien ustedes dicen: ‘Es nuestro Dios’, aunque no lo conocen. Yo, en cambio, sí lo conozco; y si dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra. Abraham, el padre de ustedes, se regocijaba con el pensamiento de verme; me vio y se alegró por ello”.
Los judíos le replicaron: “No tienes ni cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?” Les respondió Jesús: “Yo les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy”.
Entonces recogieron piedras para arrojárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo.
Reflexión
La resurrección de Cristo es vida para los difuntos, perdón para los pecadores, gloria para los santos. Por esto, el salmista invita a toda la creación a celebrar la resurrección de Cristo, al decir que hay que alegrarse y llenarse de gozo en este día en que actuó el Señor (San Máximo de Turín)
Los doctores de la ley no entendían la alegría de la promesa; no entendían la alegría de la esperanza. En cambio, nuestro padre Abrahán fue capaz de alegrarse porque tenía fe. Esos doctores de la ley habían perdido la fe: eran doctores de la ley, pero sin fe. Más aún: habían perdido la ley, porque el centro de la ley es el amor, el amor a Dios y al prójimo… (Francisco)
Sólo la identidad divina de la persona de Jesús puede justificar una exigencia tan absoluta como ésta: ‘El que no está conmigo está contra mí’ (Mt 12,30); lo mismo cuando dice que Él es ‘más que Jonás... más que Salomón’ (Mt 12,41-42), ‘más que el Templo’ (Mt 12,6); cuando recuerda, refiriéndose a que David llama al Mesías su Señor, cuando afirma: ‘Antes que naciese Abraham, Yo soy’ (Jn 8,58); e incluso: ‘El Padre y yo somos una sola cosa’ (Jn 10,30) (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 590)
Santo del día
Fundadora de las Hijas de la Caridad, era tan determinada en el realizar la voluntad de Dios en su vida que la llamaron con el sobre nombre “Napoleón con falda”. Contraria al rigorismo, pedía a sus religiosas vivir con alegría y simplicidad.
Versículo del Día
"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos." (Mateo 5,3)